Prótesis de rodilla

La artrosis es la principal causa de la implantación de una prótesis de rodilla. Hablamos de artrosis cuando se ha dañado el cartílago de forma amplia. Se trata de un proceso degenerativo de desgaste que puede estar favorecido por lesiones previas, por la forma de las piernas, por la actividad y, también por un componente genético hereditario.
Prótesis de rodilla
Normalmente los síntomas aparecen de forma gradual y van limitando / deteriorando la calidad de vida del paciente.
Podemos actuar con medidas conservadoras al principio del proceso. Cuando el dolor y las limitaciones son moderadas, aconsejamos determinados ejercicios para mantener buen estado muscular, evitar impactos y posturas forzadas, intentar tener un peso corporal adecuado, etc. Se pueden tomar antinflamatorios de forma puntual e incluso realizar inyecciones articulares (Corticoides, plasma, ácido hialurónico).
Cuando los síntomas son severos y las limitaciones importantes con un deterioro claro de la calidad de vida del paciente, planteamos cirugía de sustitución de la rodilla mediante prótesis.
A día de hoy se ha llegado a un nivel de perfeccionamiento tal, que podemos poner una prótesis a medida, sustituir toda la rodilla, e incluso cambiar selectivamente la zona dañada con prótesis.
Tenemos la posibilidad de ayudarnos con un robot para minimizar errores técnicos. También se pueden poner prótesis especiales para aquellos pacientes con alergias a metales.
Estos implantes permiten el inicio inmediato de la recuperación en el hospital después de la cirugía. El paciente se va a casa con suficiente autonomía, caminando con muletas y apoyando la pierna intervenida. Precisa fisioterapia hasta que camina de forma correcta sin muletas y consigue la movilidad adecuada. El tiempo de recuperación aproximada es de 2 meses. Realizamos seguimiento en consulta de cerca durante el primer año.
Video de prótesis de rodilla

Video de una cirugía de prótesis unicompartimental de rodilla